“TRABAJAR PARA UN FUTURO MÁS PROMETEDOR”: Aumentar las capacidades de las personas

Serie sobre el informe presentado por la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo

En el informe “Trabajar para un futuro más prometedor” recientemente publicado por la Organización Internacional del Trabajo – OIT, se propone un programa centrado en las personas que nos permita aprovechar el momento actual para construir un futuro del trabajo con justicia social.  

El primer eje de este programa llama a aumentar la inversión en las capacidades de las personas, haciendo un cambio de mirada: en vez de adaptar a las personas a los cambios del mundo del trabajo y sus demandas, debemos aprovechar estas transformaciones para construir un futuro en el que las personas puedan realizarse plenamente y vivir la vida que anhelan. Para ello, se enfatizan cuatro prioridades:   

1) El aprendizaje permanente para todas y todos, reconociéndolo como un derecho universal necesario para que las personas puedan apropiar las nuevas tecnologías y actividades laborales en igualdad de condiciones y a lo largo de sus ciclos de vida. Para consolidar ecosistemas eficaces de aprendizaje permanente que combinen competencias básicas, sociales, cognitivas y específicas se proponen, entre otras, las siguientes acciones:  

  • Establecer un sistema de derechos de formación que permita a trabajadores/as invertir tiempo remunerado en su aprendizaje.  
  • Crear fondos nacionales o sectoriales de formación orientados a quienes trabajan informalmente. 
  • Aprovechar las tecnologías digitales para superar obstáculos de espacio, tiempo y recursos. 
  • Instaurar un marco común de reconocimiento de competencias para que éstas sean transferibles.  
  • Enfocar acciones con jóvenes sin empleo o formación para garantizar su inclusión social.    

Esto implica anticipar las competencias del futuro trabajo para que el aprendizaje permanente sea pertinente y, por supuesto, se relaciona con el acceso universal a una educación de calidad. 

2) El apoyo a las personas en las transiciones, para que afronten los cambios con seguridad y opciones. Atendiendo tanto las transiciones que hacen parte de la vida profesional (escuela / trabajo; maternidad y paternidad; cambios de trabajo; jubilación) como aquellas motivadas por los cambios tecnológicos y demográficos actuales, se proponen, por ejemplo, las siguientes acciones:  

  • Ofrecer programas de empleo y emprendimiento que amplíen las opciones de trabajo decente para jóvenes, brindándoles, a la vez, primeras oportunidades laborales y un aprendizaje profesional de calidad.  
  • Garantizar igual remuneración por un trabajo de igual valor como principio de contratación.  
  • Asegurar la cooperación entre países con población joven y población envejecida para generar trabajo decente para todas y todos.  
  • Apoyar a trabajadores/as de edad avanzada que quieran o deban seguir siendo económicamente activos/as, garantizando, como mínimo, una pensión básica.   
  • Incrementar la inversión en los servicios públicos de empleo, mejorando el acompañamiento directo y el acceso a información para la toma de decisiones.  

Las personas estarán mejor preparadas para afrontar las transiciones si las políticas de trabajo son proactivas, mejoran la empleabilidad, les empoderan y fomentan la seguridad en el empleo y en el desempleo. Para ello, se necesita reforzar el protagonismo del diálogo social y la negociación colectiva en la resiliencia y la adaptación. 

3) Una agenda transformadora para la igualdad de género, que la asuma como imperativo económico y social y acelere la adopción de medidas contra la discriminación y a favor de la igualdad de trato y oportunidades. Algunas acciones propuestas son:  

  • Alentar la participación de los hombres en los trabajos tradicionalmente considerados femeninos, a la vez que se alienta la participación de las mujeres en ámbitos dominados por hombres.   
  • Erradicar la idea de que el trabajo que hacen las mujeres está “subordinado” al que hacen los hombres, o que la lucha por la igualdad de género es un “asunto de mujeres”. 
  • Implementar medidas que llevan a hombres y mujeres a compartir los cuidados y responsabilidades domésticas.  
  • Aumentar la inversión en servicios públicos de cuidados para garantizar un equilibrio entre el Estado y la familia.  
  • Implementar políticas de transparencia salarial que muestren la magnitud de las diferencias salariales basadas en el género y permitan transformarlas.  
  • Garantizar espacios laborales libres de acoso y de violencias.  
  • Elaborar, medir y actualizar herramientas de acción afirmativa, garantizando la rendición de cuentas. 

Esto, potenciando las voces, liderazgos e incidencia de las mujeres en la economía formal e informal y teniendo en cuenta que las tecnologías son útiles para cerrar las brechas de género, pero también pueden perpetuarlas.  

4) Una protección social más sólida y universal desde el nacimiento hasta la vejez, en tanto derecho humano de las y los trabajadores/as y sus familias. En el marco del futuro del trabajo, hay que tener en cuenta, entre otras acciones:  

  • Consolidar un sistema de protección social con capacidad de respuesta, basado en la solidaridad y el reparto de riesgos. 
  • Complementar un piso de protección social con regímenes de seguro social contributivo.  
  • Garantizar una protección social adecuada en todas las formas de trabajo, incluyendo el empleo por cuenta propia, el trabajo en plataformas digitales y el sector informal de la economía.  
  • Modelar sistemas de protección social dinámicos que cobijen a trabajadores/as que se mueven entre trabajos, modalidades, sectores y países, asegurando que derechos y prestaciones son accesibles y transferibles.  

Se trata, en suma, de aliviar la presión actual sobre los sistemas de protección social y garantizar su sostenibilidad prestando apoyo a una sociedad que se mantiene activa a lo largo de la vida de las personas.  

Así mismo, el informe publicado por OIT resalta la necesidad de que todos los países asuman estas prioridades políticas, sin importar su nivel de desarrollo, y el hecho de que los desafíos colectivos exigen respuestas colectivas. Por ello, llama a todos los actores -gobiernos, empleadores/as, academia, trabajadores/as- a cooperar y asumir sus responsabilidades específicas. 

Consultar el informe completo aquí: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—cabinet/documents/publication/wcms_662442.pdf 

Navegar por el informe interactivo entrando aquí: https://www.ilo.org/infostories/es-ES/Campaigns/future-work/global-commission#intro 

Imagen de: Monty Rakusen.